miércoles, 26 de noviembre de 2014

vida+verde

El desarrollo sostenible indica la evolución de un país, de un pueblo, de un negocio, una empresa etc. Debe ser viable y rentable para permitir la reinvención y el crecimiento en el transcurso del tiempo, la única manera de preservar un desarrollo sostenible es mantener un equilibrio o un balance entre lo social, lo económico y lo ambiental, teniendo claro la responsabilidad de cada uno de estos tres componentes que de no ser así sería muy difícil su desarrollo como tal la supervivencia de un futuro cercano. 


Es primordial que el hombre sepa administrar la naturaleza y todo cuanto nos  brinda de la mejor manera posible  para saber sacar provecho y ser eficiente en el uso de ella, de lo contrario solo se estaría ocasionando una enorme alteración nociva causando inestabilidad, desorden, daño  y malestar en el ecosistema, además debe tenerse en cuenta que  ningún recurso renovable deberá utilizarse a un ritmo superior al de su generación, ningún contaminante deberá producir a un ritmo superior al que pueda ser neutralizado o absorbido por el ambiente, de tal manera que muchos empresarios se han concientizado de los malestares que se generan  con el medio ambiente y por lo tanto procuran que en un sus negocios, o en sus  empresas se puedan adquirir la mismas cantidades de  productividad pero de manera más eficiente; es decir en el uso de los recursos como en materia prima, procesos de fabricación, empaques  etc ,  esto también implica tener un control, una educación y un cambio de mentalidad por parte de las personas que hacen parte de las empresas y también de aquellas que forman parte de la sociedad.

La mejor alternativa  para la sustantividad
Desde los años cincuenta hasta nuestros días el mundo ha vivido una frenética carrera por la producción y el consumo de usar y tirar sin tener en cuenta que los recursos de que disponemos son limitados. Los productos se diseñan y están programados para durar un número exacto de años o de prestaciones de servicio. (Obsolescencia programada).
Los residuos que se producen en su mayor parte no se biodegradan y cuando lo hacen se descomponen en moléculas extrañas al ecosistema, alterándolo a veces de forma irreversible. En muchos países entre los que se encuentra España, hasta hace una década tanto los residuos orgánicos como materiales tan valiosos como el cristal y el metal yacían en basureros o se incineraban, contribuyendo aún más al aumento de temperaturas y al desequilibrio que está provocando el cambio Diseño verde climático.
El despilfarro energético y de recursos en la fabricación de productos ineficaces y a veces inservibles, se ha convertido en la característica habitual de los sistemas de producción del mundo moderno, dejando tras de si un rastro de elementos químicos difíciles de eliminar.
Los diseñadores que han creado y siguen creando toda esta parafernalia de objetos que nos desborda, están al frente de campañas pagadas por empresa que solo buscan la reducción del coste de producción sin tener en cuenta los graves costes medioambientales y económicos que plantea la descontaminación.

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